Bajo tu suela ya no quepo , bajo tu calor me congelo. En mi cabeza ya no te pienso , entre tus brazos ya no me duermo , en mi nariz no te huelo y en mi lombriz no te siento. De tu caja de sorpresas ya no me sorprendo , de tu caja de herramientas ya no soy el dueño.
En tu sillón no me siento , en tu rincón ya no entro. Si mi parte de nuestra naranja no te echa de menos y si resulta que ahora mi tormenta no quiere tus truenos.

No hay comentarios:
Publicar un comentario